Alonso no necesita ganar

Consulta del médico. Agarro el miedo con fuerza en el especialista de Digestivo, pruebas y pruebas me esperan. “Es que viajando tanto, los horarios, apenas come y…”. ¿Viaja a la F1? Yo pensaba que eso ya no interesaba tanto, por cierto, ¿cómo ve a Alonso en Indianápolis?

Ganar es para los malos. Me lo decía un amigo en el circuito de Barcelona cuando después de hacer un séptimo puesto en calificación con uno de los peores coches de la parrilla Fernando Alonso era el protagonista total y absoluto en el circuito. Lleva siéndolo desde hacía tiempo. Hay una corriente crítica con algunos periodistas entre los que me encuentro que habla de la excesiva atención al piloto asturiano en vez de al deporte F1. Es posible que tengan razón, pero también es verdad que la figura de Alonso es la más importante de la F1 contemporánea con mucha diferencia, a pesar de sus dos títulos por los cuatro de Vettel o tres de Hamilton, dos genios por otra parte.

Y es que Alonso, una persona que sueña con ganar, no necesita la victoria, es un piloto que trasciende sus resultados y se ha convertido en una auténtica leyenda. El domingo, al llegar a la sala de prensa recibí a cuatro compañeros de los medios de comunicación extranjeros (Dinamarca, Inglaterra, Alemania y Hungría) para preguntarme por el astur. Yo tampoco tengo mucha explicación para este fenómeno, les dije.

Ahora está en Indianápolis y eso ya tiene a millones pendientes de lo que hace, ha tenido el valor de aceptar la propuesta y presentarse en el ovalo para volar a casi cuatrocientos por hora con un coche que solo se parece a su McLaren de F1 en que tiene cuatro ruedas. Lleva siendo protagonista con su desafío desde Bahrain y al menos lo será hasta Canadá, Mónaco incluido a pesar de no estar. Ya verán. Este Alonso es un genio loco, uno de esos que no necesita ganar para ser, para interesar más allá de todo. ¿Y cómo veo a Alonso en Indianápolis? Con los ojos brillantes…